Estos últimos días fueron una maratón de invitaciones, encuentros, festejos y actividades. Recién ahora puedo sentarme tranquila, en medio de un resfrío que me tiene a maltraer, a escribir y saludarlas.
A las que están cerca y a las que están lejos, a las que solo veo una vez al año o con las que estamos al teléfono más de una vez a la semana, a las que surgieron de muchas horas de trabajo, a las amigas de amigas, obviamente a mis amigas lectoras, a las que nos conocemos desde siempre, a las que vinieron con la facultad y a las que la vida sumó, a mis amigas que por su edad podrían ser amigas de mi madre y a las que doblo en edad… en fin a todas SIMPLEMENTE GRACIAS por estar ahí siempre!
Este año todo adquiere para mí una dimensión especial, y este día del amigo no es igual al resto. Una de mis mejores amigas, ya no está… por eso esta entrada que va dedicada a todas, va dedicada muy especialmente a ella. Porque fue ella que me incitó para que me animara a emprender muchas cosas en la vida, entre ellas esta aventura de escribir mi blog y compartir las cosas que me gustan de la vida…
Este año entre tantos festejos, uno de ellos fue en casa.
¿La cita? Ayer sábado. Té con amigas. Risas, anécdotas y recuerdos entre taza y taza de té....
¿Para acompañar? Tarta húmeda de chocolate con almendras receta de Dolli Irigoyen y torta de cítricos receta de Hildi, una amiga suiza (quien también podría ser mi abuela!) que cocina como los dioses y con quien aprendí mucho, muchísimo... algún día les contaré sobre ella y sus magníficas recetas dulces...
¿Las recetas? Proximamente...
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